lunes, 4 de marzo de 2013

Segunda tarea: Misterio en las vías.


El revisor estaba a punto de pasar por nuestro vagón y para variar Marta no encontraba su billete. ¡Si es que siempre está igual! ¿Por qué lo perderá todo? Estábamos al norte de Francia, José tiene una casa cerca de Roma y habíamos decidido ir a pasar unos días. Juan, Miguel y José buscaban en todas las maletas, en los abrigos, debajo de los asientos… nada, no había manera. Mientras tanto yo, Itziar, asomada a la ventanita del vagón vigilaba por si se acerca el azafato. Marta estaba bloqueada, deambula de un lado a otro del vagón diciendo cosas sin sentido, odio cuando se pone así.
De repente caigo en algo… ¿Y si no ha sido ella? ¿Y si no lo ha perdido? ¿Quizá se lo han quitado? ¿Quién iba a robar un billete así como así? A ver… repasemos el recorrido: hemos comprado los billetes, hemos ido al servicio, al subir aquel señor tan extravagante nos ayudó a subir las maletas al portaequipajes, luego nos sentamos y estuvimos oteando el horizonte, hasta que… ¡Espera! ¿y aquel señor?
¡El revisor se está acercando! ¿Qué vamos a hacer ahora? Advierto a todos, le digo a Marta que se siente un poco escondida mientras intento ensayar mi mejor francés ¡Cada vez está más lejos!…  ‘’Sorry… ¡no! Pardon… elle……..’’ ¡Esto es un lío! Ni siquiera sabemos qué es lo que ha pasado exactamente...

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